Germán Mandarino, artífice de su primer gol en Primera División, además de su debut, y en forma agónica cuando se iba el partido en derrota, dijo que se siente muy feliz por su conquista y por la posibilidad de Quilmes de no irse con las manos vacías de un choque en el que no merecía la derrota: "Por suerte me tocó debutar y hacer un gol. Es soñado todo esto. Arrancamos ganando muy bien, tuvimos diez minutos malos y nos dieron vuelta el partido. Después siempre intentamos, con actitud y con ganas".
"No creo que pueda dormir. El partido estaba casi terminado y el gol nos sirvió bastante".
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