lunes, 11 de febrero de 2013

Una derrota que deberá ser olvidable…

El Cervecero perdió un partido increíble ante Boca, después de estar dos a cero arriba a los 8 minutos. Además, luego del empate tuvo un penal que Martín Cauteruccio no pudo convertir y en la jugada siguiente lo terminó perdiendo. No se puede creer


Otra vez un penal fallado quedará en la historia. Parece mentira que en los últimos tiempos tamaña frustraciones deportivas son las que quedan grabadas a fuego en el corazón del hincha de Quilmes.Como aquel penal de Gustavo Varela contra Newell's que le atajaron en el último minuto que hubiese significado romper el maleficio en el Coloso del Parque Independencia, donde el Cervecero no pudo ganar nunca, se recordará éste que tuvo Martín Cauteruccio.El uruguayo tuvo la posibilidad, tal vez, de sentenciar el resultado a once del final y darle el segundo triunfo en la era profesional en la Bombonera. Aunque más allá del costado histórico, con un valor extremadamente alto para este arranque del Torneo Final. Pero las manos de Agustín Orión lo impidieron.Cauteruccio venía torcido desde los doce pasos, no había podido convertir ante San Lorenzo (como Miguel Caneo tampoco había podido con San Martín de San Juan) pero el delantero tampoco había hecho los dos penales que ejecutó en los amistosos de pretemporada. Sin embargo, el técnico lo puso como candidato y Caute se hizo cargo de la responsabilidad.Quilmes pasó del 3-2 al 2-3 en un minuto, porque en la jugada siguiente (con uno menos por la expulsión de Caruzzo en el penal), Guillermo Burdisso conectó un corner desde la derecha con una espectacular volea y convirtió el gol del triunfo.De nada sirvieron los 35 minutos iniciales jugados por el Cervecero casi a la perfección y llevando adelante un inteligente planteo de Omar De Felippe. En esa primera parte el equipo se lució. Tuvo orden en defensa, marca agresiva en el medio y contundencia en el ataque.Le sacó jugo a cada error que cometió la última línea de Boca. A los 5 minutos, Wilfredo Olivera en una jugada preparada (cortina en el área rival) con un cabezazo le rompió el arco a Orión.No le dio respiro, Cauteruccio aprovechó una mala salida del rival y lo puso a Menéndez de cara al gol. El debutante delantero Cervecero definió con categoría y la picó sobre la salida del arquero de Boca.Estar 2 a 0 a los 8 minutos de partido, no figuraba en las mejores planificaciones. Pero incluso, en una contra lo pudo ampliar pero Gustavo Oberman eligió mal, cuando lo tenía a Caute relamiendo el pase-gol.El partido perfecto no existe. En la única equivocación en el medio y con la categoría del Burrito Martínez, Erviti encontró el descuento.En la segunda parte aparecieron los errores que costaron muy caro, porque ya el equipo no tuvo la pelota y pareció pesarle tener que sostener el resultado. Aunque el empate llegó recién a los 67 y tras dos rebotes Burdisso marcó la igualdad.Si bien, De Felippe con su planteo fue el responsable del gran primer tiempo jugado por su equipo, también lo fue en el complemento en donde se lo notó lento a la hora de los cambios que debieron haber sido antes de los 73 minutos cuando hizo el primero (Chirola por Oberman) y mucho antes de los otros dos: a los 82 (Elizari por Díaz) y 84 minutos (Telechea por Serrano). Algunos jugadores como Mansilla y el mismo Oberman con un desgaste físico importante en el primer tiempo parecían pedírselo en cada pelota dividida que disputaron antes que el entrenador decida hacer cambios.El equipo deberá reponerse de un golpe anímico muy duro, como haber tenido en su mano la posibilidad de sumar de a tres y conseguir un triunfo inolvidable. Ahora deberá olvidarse rápido de Boca, porque en un par de días recibirá a Tigre y el promedio no conoce de camisetas y si castiga con los puntos que quedan en el camino.

Fuente: Diario El Sol

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