miércoles, 28 de noviembre de 2012

Invasión y desorden

Un final triste y caótico

El final del partido fue un caos en el Estadio Centenario y el cierre de la fiesta prevista con fuegos artificiales no se pudo disfrutar. La invasión del campo de juego provocó un desorden muy importante porque un centenar de hinchas ingresaron con el único fin de llevarse camisetas y pantaloncitos tanto de los jugadores de Quilmes como de Santiago Wanderers.

Además se robaron el cartel electrónico manual, el banderín del asistente Alejandro Mazza, celulares de la policía, la cámara de fútbol para todos y hasta rompieron las redes de ambos arcos.
También se metieron al vestuario... 


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