martes, 30 de octubre de 2012

Cuestiones por corregir


Así las cosas, hay cuestiones por corregir. No está bien que los rivales, como San Lorenzo el sábado, te entren por el medio de la defensa. Ese momento de zozobra entre los 25 y los 40 minutos del primer tiempo, cu
ando el Ciclón puso a Aguiar a espaldad de Cobo, le costó a Quilmes pasar de ganar 1 a 0 a perderlo 2 a 1. Y le pudo haber costado más hasta que se acomodó Mandarino, que ingresó por Romero y obligó a Díaz a colaborar con el solitario Cobo, equilibrando la pelea y calmando el impensado aluvión de San Lorenzo.

Por eso, de cara a lo que viene, habrá que considerar reforzar esa zona y no permitir que los rivales te encaren de frente al arco.
A su vez, habrá que ver de qué manera Quilmes encuentra la manera de lastimar ofensivamente a sus oponentes. El equipo maneja bien la pelota hasta tres cuartos de cancha, pero le fata la estocada final, ese pase profundo que le daba Caneo, que no estará por largo tiempo.

Por eso De Felippe tendrá que encontrar la variante táctica para que Quilmes sea más picante, ya que anotar goles es clave en este juego y más si hay que sumar para escapar de los promedios de descenso.
Reitero, Quilmes está para dar pelea y plantársele a cualquiera. Pero no tiene la opción de relajarse o distraerse, ya que las veces que le ocurrió, lo pagó caro.

Frente a Colón, sumar de a tres será determinante para encarar la etapa final del torneo y soñar con los primeros 25 puntos a fin de año. A esta altura de la situación, ganar de local debe convertirse en algo innegociable.



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