martes, 30 de octubre de 2012

Otro punto de los que suman


La alegría del final bien valió todo el sufrimiento previo. El gol de Mandarino para estampar el 2 a 2 definitivo en el segundo minuto de descuento destrozo la desilusión con la que la mayoría de los hinchas de Quilmes cargaba, tras ver cómo se escapaba un partido que hasta se podía haber ganado. Pero tampoco hay que exagerar. El empate estuvo bien.

Indudablemente, este equipo saca fuerzas de flaqueza y no baja los brazos, algo que deberá mantener a lo largo del torneo para tener ese plus que sólo llevan los equipos destinados a lograr objetivos. Con la parva de lesionados que tiene el plantel, a los que el sábado se sumó Romero (otro de los pocos que tiene recorrido en Primera y que era importante para el Cervecero), además de los suspendidos Carli y Lema; Quilmes no afloja y la pelea hasta el final.

Por eso, el punto obtenido en el Nuevo Gasómetro es de los que suman y sirven, no solamente para la tabla de promedios sino también, para la cabeza y ánimo de los jugadores.

Si el plantel de Quilmes era corto al inicio del torneo, ni hablar de lo que es ahora con todas la bajas sufridas por lesiones (las que más duelen) y por suspensiones (las que, como en el caso de Lema, dan bronca).

Sigo sosteniendo que, a pesar de los resultados positivos, es más que importante aprovechar la posibilidad de incorporar futbolistas por los lesionados, ya que a De Felippe le va a costar contar con los 18 para el partido contra Colón y de acá a fin del Inicial (¿será cierto que Leandro Benítez fue ofrecido a Quilmes por Estudiantes? El Chino te hace 4 o 5 goles por temporada, pero hace hacer muchos más. Y en cuanto a los costos, el Pincha se haría cargo de parte de su sueldo).

Más allá de esto, si bien no luce, dio gusto ver a Quilmes ante el Ciclón, ya que al igual que frente a River, el equipo jugó el partido como una final.

Y esta es la actitud que deberá tener el Cervecero de aquí hasta la fecha 38, esté enfrente un equipo grande, como en las últimas dos fechas, o uno del resto del pelotón, como lo será Colón el domingo o Newell’s el fin de semana posterior.

Hasta ahora, uno se atrevería a decir que Quilmes va a pelearla y será duro de voltear. A diferencia de años anteriores, luchar e ilusionarse por mantener la categoría, es una situación concreta, ya que a la falta de futbolistas de experiencia en Primera, el Cervecero está demostrando un amor propio digno de destacarse.

Y, reitero, que este carácter y convicción se conserve ante todos los rivales y no solamente ante los grandes del fútbol argentino, con los que Quilmes no perdió (les ganó a Boca y River, en casa e igualó con Independiente y San Lorenzo, de visitante).

A excepción de Leandro Díaz, Romero y Cobo son pocos los habituales titulares que tienen recorrido en Primera. Por eso las bajas de Caneo y Garnier son muy sensibles para este plantel. Y debido a esto, Quilmes no puede darse el lujo de relajarse, desordenarse o desconcentrarse en ningún partido y ante ningún rival.

Fuente: Diario El Sol

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